11 de junio de 2009

ZASARS.






ZASARS


Caza recompensas. Cazador de hombres.


Su perfil de conducta, posee un acusado componente de psicofagos, es decir disfrutan causando dolor, alargando la agonía y muerte de sus presas. Son famosos por no detenerse hasta terminar un trabajo, no rindiéndose nunca, son tenaces y resolutivos en extremo, disfrutan con la caza de humanos. 

Extraños tatuajes y epigramas suelen recorrer sus manos y partes concretas de su cuerpo, para señalar su estatus y veteranía frente a las distintas Etnias de Zasars, cada una actúa de forma autónoma. Su anatomía a nivel facial, suele evidenciar algunas taras genéticas hereditarias, fruto de enfermedades genéticas, contraídas por sus antepasados al envenenarse consumiendo alimentos transgenéticos de mala calidad. Orejas puntiagudas o deformes, frente abultada, manchas rojizas faciales, son algunos de sus rasgos.

Numerosas cicatrices de combate diseminadas por todo su cuerpo, son motivo de orgullo frente al resto de sus camaradas. Una doble fila de pendientes y zarcillos del más puro platino Imperial adornan sus puntiagudas orejas, como signo de riqueza personal, otro zarcillo suele colgar en su nariz, debajo de sus pupilas, lucen absurdamente tatuadas, pequeñas lagrimas negras, dando al conjunto de sus facciones un aspecto tan aterrador como surrealista.

En su pecho izquierdo suele destacar el tatuaje de su etnia por ejemplo el de una mantis religiosa hembra devorando a su macho. Sus dientes metalizados, pueden ser afilados con bisturís laser con la misma forma que los dientes de una piraña, algunos son bañados en oro o platino, e incluso pueden llevar grotescamente incrustados un pequeño diamante o un rubí, formando una doble hilera.





En el momento que un Zasars fallece, sus compañeros se adueñan automáticamente de sus pertenencias, arrancando incluso sus dentaduras sin ningún tipo de inhibición.

Si uno observa con la debida atención cualquiera de sus hombros desnudos, podrá comprobar cómo está saturado con multitud de pequeñas señales circulares, unas ya cicatrizadas, otras más recientes. Son señales o marcas inyectivas, los Zasars sienten predilección por drogas que actúan en los estratos más profundos de su consciente, les gusta tener a mano capsulas de una selecta droga alucinógena conocida como Dinaserte. (Fabricadas por las corporaciones de Ninate y Siceone).

Muy cara y peligrosa, destroza la capacidad receptivo- emocional de su consumidor, volviéndole más agresivo como efecto colateral, al tiempo que aumenta su producción de adrenalina y su fuerza, a largo plazo provoca enfermedades cardiovasculares, que terminaban por acabar con la vida de su consumidor.

Su equipo de caza consta de un macuto estándar con un intercom de pulsera, unos binoculares nocturnos de largo alcance, un detector-identificador de Adn, rifles automáticos con mira telescópica generalmente de mano factura Imperial y armadura ligera de combate, diseñada y producida en las industrias bélicas de Sagittanovs. Se pueden apreciar muescas prácticamente iguales tanto en la culata de su rifle con mira telescópica, como en su puñal, son el número de presas humanas abatidas.

Numerosas leyendas y supersticiones les envuelven, corren rumores de que en ocasiones se beben la sangre y devoran algunos órganos concretos de sus víctimas mas valerosas, después de ensañarse con sus cuerpos, practicando espeluznantes ritos y salvajes sacrificios, también son fetichistas suelen portar un collar con una bolsita de cuero humana, para guardar sus fetiches. Paradójicamente los Zasars creen en la reencarnación. Trabajan al mejor postor, aunque generalmente suelen hacerlo para el Imperio.














































































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